martes, 11 de enero de 2011

Ser o no ser

 A veces pienso que no estaría nada mal ser un zombie sin sentimientos. Nada de amor piedad o miedo. Claro que tendría un hambre atroz e insaciable... Supongo que ni con la putrefacción nos libraríamos del sufrimiento. Al fin y al cabo, pasarte la vida hambriento de sesos no debe de ser la sensación más agradable del mundo.
 Habría que ponderarlo y observar los pros y los contras. ¿Qué es preferible: dolor físico o de espíritu? Yo diría que lo primero, aunque hay mucha gente que no cree en el concepto del alma, y otros tantos que son unos desalmados.
 Sea como fuere, ser zombies nos ahorraría un montón de quebraderos de cabeza, más de un dolor de corazón y mucha angustia. Pero también nos perderíamos otras delicias. ¡Con lo bien que sienta el correr de la sangre caliente y de las ideas claras a lo largo y ancho de la anatomía de uno!
 Creo que, siguiendo mis tendencias naturales hacia el masoquismo, preferiría seguir estando viva. Quizás en un futuro necesite una lobotomía que me ayude a sobrellevar el día a día sin alterarme, algo que me mutile esta emocionalidad explosiva para no implosionar.
 Mientras, la humanidad se me antoja la opción más adecuada para mi forma de ver las cosas. Nada de convertirse en caminante, de momento.




Ya estoy deseando que suban más capítulos de "Walking Dead". De momento, tendré que contentarme con los libros de Christopher Moore y con la fabulosa novela gráfica “American Vampire” que me compré en NY al ver que uno de los colaboradores era mi querido Stephen King.

2 comentarios:

  1. ¿Walking Dead? Venga ya.
    Tendrás que pasarme el de American Vampire. Le he estado echando un ojo y tiene dibujos de gente guay.

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  2. "American Vampire" rules...
    Por cierto, escribe ya en tu blog, que quiero leerte y llenarte los comentarios de metralla, muajajaja (me creo Rambo)

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