lunes, 25 de abril de 2011

Cada vez queda menos



Tres días saboreando el humo escapista de la capital. Tres días que se han pasado como tres minutos. Ojalá me concedan el traslado para poder hacer crecer los recuerdos como la espuma. Necesito ese cambio de aires.


* * * * * * * * *









Momias decrépitas en mesas torcidas,

encorvadas sobre sus platos vacíos,
se mecen en silencio y sonríen, y se orinan sobre la vida
que llueve a borbotones, escurriéndose del tiempo.
Segundos huidizos enseñan sus dientes podridos,
destrozan corazones heridos y juventudes escabrosas,
temblando con ansia, alzándose para mordisquear
las sombras de aquellos que huyen con piernas perennes.
Momias decrépitas que no saben de angustia,
que juegan al parchís contando de veinte en veinte
los años que pesan y pasan, cuando ya no se siente pesar.
Ellas respiran sin miedo bocanadas de un aire
que cada vez les sacia menos, pero siguen meciéndose,
y sonriendo, y siguen orinándose encima.
Y tú que corres y sudas sangre destilada del miedo
te encoges de pavor ante lo que a ellas les hace tanta gracia.
Lleno está el plato que las momias han devorado,
y mientras ellas ya lo rebañan tú todavía te preguntas
si el tiempo te concederá la oportunidad
de saborear todos los bocados que quisieras.


#Rachel#

domingo, 3 de abril de 2011

Irracional





 Simplemente un día revientas.

 Vas aguantando, sonríes, te aseguras que eres feliz, que todo va bien. Te autoengañas buscando lo que necesitas en el cajón equivocado, sigues sonriendo... Y entonces te encuentras con lo que habías olvidado que existía. Te das de bruces contra eso y te quedas muda, impotente y paralizada. Y antes de que te de tiempo a actuar, se esfuma. Sin un nombre, sin una pista, sin más... Se desvanece cuando la música termina. Y te das cuenta de que todo era una farsa. Estás sola, absolutamente sola. Y las manos que te rodean quedan demasiado lejos como para sentir sus caricias.

 Y explotas. Sin venir a cuento, sin que nada lo desencadene. Simplemente, un día revientas.

 Me duele la cabeza. Me duele mucho. Me pican los brazos. Tengo frío y calor a la vez. Y una extraña sensación de vacío en algún lugar bajo el esternón.